Neveros
Los trabajos en los neveros comenzaban en primavera después de las últimas nevadas. Cortaban la nieve con palas y la llevaban a los pozos de nieve, donde la prensaban para convertirla en hielo. Al pisar la nieve ésta se compactaba con doble finalidad: para disminuir el volumen ocupado y para que se conservara más tiempo en forma de hielo. Después se cubría con tierra, hojas, paja o ramas formando capas de un grosor homogéneo.
Ya en verano, se cortaban bloques de hielo que eran transportados a lomos de bestias de tiro (caballos o burros) durante la noche para evitar que se derritiera, hasta los puertos y núcleos urbanos más cercanos donde eran comercializados. La dureza del trabajo debía ser impresionante. Los neveros (trabajadores de la nieve) no disponían de abrigos y calzado moderno, y trabajaban en condiciones de frío intenso acumulando la nieve en los pozos.
Nuestros antepasados más viejos todavía recuerdan tener que ir a comprar barras de hielo para alimentar las primeras neveras domésticas. Con la aparición de los frigoríficos y la producción de hielo en forma industrial, se evita la dependencia de la meteorología. Quedaban entonces obsoletos los almacenes de hielo y de nieve, así como las técnicas de recolección, almacenaje, extracción y transporte.
El nevero que se muestra en la imagen está situado entre Artajona y Mendigorría, en Navarra.Saludos del Webmaster de laplumilla.com