Trotamundos

El artículo de hoy lo voy a dedicar a todas esas personas anónimas que un día cogen lo necesario y se lanzan a la aventura de viajar para conocer el mundo y sus gentes. También a quienes no tienen más remedio que hacer de turistas forzosos, a esos vagabundos que todos los días tienen que buscar unos cartones para dormir bajo cubierto o en alguna esquina donde con suerte no atrapen una pulmonía.

Desde una posición privilegiada pude observar lo que podría ser una historia que contar. Una chica se dirige desde un lado de las murallas de La Ciudadela a otro lado de la muralla, cruza el césped y desaparece tras el muro. Minutos después, un hombre camina decidido por la hierba, en dirección a la chica, quien le hace una seña. Mochila abultada a la espalda, una especie de pañuelo de San Fermín al cuello, un par de cartones y un carro donde transporta más equipaje, es el único affaire que tiene. La chica le ayuda llevando un par de abrigos. Ambos se dirigen al rincón que ella ha inspeccionado previamente entre las murallas.

trotamundos

Y te quedas pensando... "Menos mal que hace buen día y no llueve o no hace frío". "Dónde harán sus necesidades, bueno, a estas alturas las harán en algún bar o en algún edificio donde puedan entrar sin alto coste". "¿Y lavarse? ¿En un lavabo? Porque olvídate de la ducha". Podrían ser auténticos vagabundos o una pareja que decide pasar la noche a lo trotamundos bajo las estrellas. Pensar que no tienen un lugar donde dejar sus pertenencias, siempre tienen que cargar con ellas a todas partes. ¿Podrán pagar una consigna en la cercana estación de autobuses?

Hoy día, llegan muchos inmigrantes a estas tierras. Quizá lo sean, lo más seguro. Porque, ¿quién va a viajar de esa manera, a moverse por la ciudad, escudriñando los mejores rincones donde descansar?

Sea como fuere, esta es la foto testigo, una imagen que habla por sí sola, donde en unos segundos tienes toda una historia, en la que te gustaría ser el director y de desconocidos, de la noche a la mañana, cambiarles la vida a mejor, porque das a conocer una historia de una vida que has captado con tu cámara. Mi timidez me impide volver por la tarde a ese lugar y hacerles una entrevista, hablar con ellos con total confianza, a sabiendas de que les debería pagar de algún modo y sin estar seguro de si eso ni esto de ponerles aquí, les hace bien o no. Es por este último motivo, por el que esta imagen la he colocado tras casi dos semanas después de tomarla, porque imagino que con todo lo que ha pasado en esta ciudad, ellos ya no estarán en su rincón preferido de La Ciudadela.

Es muy incierto que se vean algún día por aquí, de ser así me gustaría que me escribieran, que me dieran su parecer, igual es pedir mucho, pero es lo menos -creo-, por dedicarles durante unos días la elaboración de este humano reportaje.


Saludos,

el fotovicioso :)
4 Responses
  1. Anónimo Says:

    Me ha encantado este artículo Jefe!!

    Por desgracia he vivido de cerca una historia así, por suerte se acabó esa época y todo va bien, pero es duro para ellos sobre todo pero la familia tb... Nos quedaremos con que un día abran bien los ojos y vean la realidad, no la realidad de sus cabezas! (no sé si qda muy claro esto :s).

    SAN FERMINESSSS!!! Está a la vuelta de la esquina, ya huele a TORO jajaja.

    Muxus gente!!


  2. Anónimo Says:

    pues este artículo me ha recordado la historia de un chico, Albert, tiene 17 años. Con 5 le diagnosticaron leucemia, no sé cuanto tiempo se pasó en un hospital. Ahora va en silla de ruedas, y se ha recorrido un montón de paises de esa manera. Carga en su silla, una mochila, y duerme donde puede, o si alguien lo cobija en su casa, se desplaza haciendo autostop, y vive.

    Ahora se va un año a sudamerica, y despues a sudafrica.

    Es un genio


  3. fotovicio Says:

    Vaya, esto está muy bien. A cada una os ha recordado algo y habéis contado una pequeña historia.

    Sonia, sí que me queda claro, vivían a lo hippye queriendo. Por un momento he pensado que tú habías sido hippye en tus años mozos. ;)

    Bueno, esa forma de viajar es muy romántica y aventurera, pero tienes razón, no es muy segura y la familia se queda preocupada si saben que van de esa manera.


  4. fotovicio Says:

    Maite, genial tu relato. deberíamos aprender de estos ejemplos. Imagino que su edad y tener amistades le habrá ayudado en gran medida, pero sobre todo, el sentir la necesidad de vivir que para algo está en este planeta, para disfrutar, esté como esté. :) Es muy bonito esto que nos has contado.

    Muxus a ambas dos. :)